Ya son dos años desde que adquirí mi primera aspiradora sin cable Dyson V6 fluffy. Son dos años que miro hacía atrás y recuerdo el momento en que me planteé comprar una.
Recuerdo en ese momento, la cantidad de dudas que me abordaban antes de elegir un modelo (motivo por el cual me decidí a escribir esta página). Está claro que no es una decisión fácil y más aún si pensamos en el “supuesto” precio elevado si la comparamos con otras aspiradoras que intentan acercarse a Dyson.
Está claro que mi opinión sincera y verdadera está plasmada a lo largo y ancho de esta página. Pese a eso, me sentía en la obligación de escribir un artículo de mi opinión después de dos años de usar mi Dyson V6 fluffy.
Voy a intentar plasmar clara y detalladamente el antes y el después de tener una Dyson en casa, y que necesidades me han cubierto en estos dos años.
Antes:
Antes de adquirir mi Dyson, disponía de una típica aspiradora con cable y bolsa, de estas que se arrastran por el suelo a base de estirones y que disponían de un botón para recoger el cable en su interior.
Se guardaba en un armario, maltrecha en su rota caja original y con los accesorios esparcidos por esta. Y solo veía con suerte la luz una vez a la semana, el día de limpieza general.

Estaréis pensando que en mi caso partía de una tecnología muy antigua, y de ahí que mi comparación con Dyson haya sido tan exagerada. Hay que entender que después de adquirir una hipoteca, cualquier cosa es buena, así que en mi caso saqueé la casa de mis padres, y les hice desaparecer su aspiradora.
Resumen:
– Se guarda en un armario
– Solo usada ocasionalmente
– Se arrastra a estirones
– Necesitas de una toma de corriente
– Limpieza complicada para alérgicos
Más tarde y ya metidos en rutina, adquirimos un robot aspirador al cual le pusimos el sobrenombre de «jeffrey». Una clara alusión al mayordomo de la serie «El príncipe de Bel Air». Nuestro tiempo con el robot fue escaso. En el artículo de pros y contras de un robot aspirador ya comento mi opinión y las necesidades que en ese momento nos cubría. Sin saber que en un futuro tendríamos una Dyson.
Después:
Después de la adquisición de la Dyson y dos años de uso, la diferencia ha sido notable en muchos aspectos.
Lo que más me ha supuesto un cambio, es la facilidad o disponibilidad a la hora de usarla. En mi caso, la tengo colgada en el accesorio puerto ágil que viene disponible en la mayoría de modelos, conectada a una toma de corriente.
Esto me proporciona varios beneficios a la vez. Por una parte, siempre está lista para ser usada. Siempre tiene batería y por tanto, nunca me preocupa la falta de batería. Y por otra parte, está muy accesible, y no guardada en un armario, lo cual me llevaría más tiempo decidirme a usarla.

Estas dos combinaciones, accesibilidad y disponibilidad, hacen que en el momento en el que veo suciedad en alguna parte de la casa, me nazca la necesidad de cogerla y limpiar. Te preguntarás que puede ser esa suciedad que tanto me apremia recoger. Si tienes hijos pequeños, te pongo una lista de razones que ya conocerás:
– Galletas rotas
– Migas de sándwich
– Restos de plastelina
– Papeles recortados
– Tortitas rotas
– Manualidades
– Y un largo etcétera…

Más diferencias son su diseño. Claramente se ha trabajado no solo en su potencia, si no para que sea más agradable a la vista. Si algo ha cambiado en los últimos 30 años, es que los electrodomésticos se diseñan para gustar visualmente y no para durar a largo plazo en reglas generales. Acordémonos de esas TVs que ahora ocupan las viejas casas en pueblos y que raramente se han estropeado alguna vez. Eso sí, ocupan un espacio presidencial en el comedor de las casas.
Disponer de batería hace que el cable ya no sea necesario durante su uso. La libertad que esto te proporciona no tiene precio. La agilidad a la hora de moverte por la casa y por los distintos rincones hace que ahorre tiempo limpiando, el cual puedo dedicar a muchas otras labores más. Un símil sería compararlo con los teléfonos móviles vs teléfonos fijos con cables, para aquellos que vivimos esa época.
Su potencia de succión me evita pasar por el mismo lugar dos veces. Allá por donde paso con mi Dyson no vuelvo a pasar. Esto me supone un ahorro de tiempo increíble una vez más, además de ahorrar batería. No así con la anterior aspiradora donde repetías por la misma zona una y otra vez, con el característico ruido de roce contra el suelo de gres. De esto mismo hablo en el consejo “Como ahorrar batería y completar la limpieza”.
Otra de las ventajas es poder limpiar el coche. Ese gran abandonado de no limpiarlo en la calle del pueblo. Desde que puedo limpiarlo con un par de accesorios, el orden y la limpieza vuelven a reinar en el coche. Y en tiempos de playa (aquí en Valencia es bastante habitual), donde la arena está por todas partes, ahora es mucho más sencillo.
Otro punto es la facilidad de limpieza de la propia Dyson. Largamente comentado en otro artículo, es uno de los puntos fuertes donde Dyson ha sabido y trabajado duramente, para alegría de los que somos alérgicos al polvo. Con cada versión que se ha ido evolucionando, la capacidad es mayor y el sistema mejorado. Claramente y desde mi punto de vista, esta es la mejor ventaja de las aspiradoras Dyson.
En otro artículo comentaré también la posibilidad de llevarte la Dyson a una segunda residencia, y en mi caso, la tremenda suerte que tuve al hacerlo.
Te dejo un resumen de todo lo comentado anteriormente, y espero sinceramente, que te aporte lo mismo que a mí.
Resumen:
– Diseño
– Accesibilidad
– Disponibilidad
– Libertad de movimiento
– Más potencia
– Limpieza del coche
– Facilidad de limpieza
– Segunda residencia
¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 9 Promedio: 4.8)