Dejo aquí el reciente artículo que he subido en mi otro blog sobre productividad y como ahorrar tiempo aprovechando que hablaba de Dyson.
Espero lo disfrutes tanto como yo escribiéndolo.
——————-
Aquí estoy con el último artículo del año, y no podía ser otro tema que rendir tributo a ese objeto inerte que está siendo el rey mí casa desde hace ya un par de años.
Lo he calificado como el rey de la casa ya que es lo que más tiempo me ha ahorrado sin lugar a dudas desde que lo tengo.
Se trata de una aspiradora sin cable de la marca Dyson.
Las personas siempre nos regimos por un primer pensamiento cortoplacista.
En este caso, cuando se piensa en la aspiradora Dyson, el primer pensamiento cortoplacista que nos aparece en la mente es que es un artículo muy caro. Y sinceramente, no podría estar más de acuerdo.
Me costó meses decidirme si comprar uno o no por el tema precio, así que en ese momento empezó la labor de investigación. Siempre que nos enfrentamos a un artículo tan caro, nos preguntamos si realmente valdrá la pena y si no hay algo parecido en el mercado que sea más barato y me de las mismas prestaciones.
Y es posible que así sea, como en el caso de la mal llamada “termolidl”. Una copia del robot de cocina Thermomix que comercializa Lidl, simplemente por una quinta parte del precio. Y en este caso si presta todas las funciones que la original. Puedes ver un artículo sobre lo que para mí supuso comprar la «termolidl» en Pon un robot de cocina en tu vida.
Pero debo decir que en el caso de Dyson no me ocurrió eso. Las prestaciones que te da una Dyson no las he conseguido encontrar en ninguna otra marca. He visto reviews de youtubers comparando marcas, he comprado y devuelto hasta 8 aspiradoras distintas de otras marcas, sacrificando un tiempo y dinero que nadie me va a devolver. Y después de todo este proceso, no fui capaz de encontrar nada parecido a Dyson. Claro, eso lo se ahora, no antes.
Hasta aquí el pensamiento cortoplacista: la Dyson es cara. Fin de la discusión.
Ahora viene el pensamiento medioplacista.
Llega ese momento en el que te decides y la acabas comprando. Te pasas un tiempo pensando que no es para tanto. Te pasas un tiempo pensando si la devuelves o no (tienes 30 días, así que date prisa a pensarlo). Te pasas un tiempo pensando en el dolor que te supone el dinero que has invertido en la aspiradora.
El sentimiento de arrepentimiento asoma por la puerta y te acompaña allá donde vayas. Es inevitable, sigues pensando que la aspiradora sigue siendo un capricho y no una necesidad. Sutil diferencia que poca gente sabe apreciar.
Siguen pasando los días y aun sigues debatiendo contigo mismo si hiciste bien comprándola o no. Ya son las voces internas las que hablan. Llega un momento que ni lo hablas con tu pareja por vergüenza, ya que fuiste tú quien insistió en adquirir una y ahora no vale el arrepentimiento.
Hasta aquí el pensamiento medioplacista: arrepentimiento porque no la estás amortizando.
Ahora viene el pensamiento largoplacista.
Debo reconocer que saber ver las inversiones a largo plazo es algo que hay que entrenar. En el mundillo de la inversión en bolsa, adquirir una educación financiera a largo plazo no es para todos, requiere mucho trabajo de mente. Lo mismo ocurre con Dyson.
Hay que dejar pasar un tiempo moderadamente largo hasta que empiezas a ver los resultados aparecer. Y cuando hablo de resultados, me refiero al bienestar en tu mente, ese momento en el que el sentimiento de arrepentimiento empieza a desaparecer, a dejar de seguirte allá donde vayas y un nuevo sentimiento aparece por la puerta de casa: la satisfacción. La satisfacción de haber tomado una buena decisión.
¿Cómo se consigue este sentimiento de satisfacción?
Usando la Dyson constantemente. Cuidado, yo la uso todos los días, pero no te pido ese grado de uso. Eso es porque yo sufro un poco de nervios cuando veo una mínima suciedad por la casa, y teniendo niños en casa, algunos ya me entendéis.
Lo que te da la aspiradora cuando la usas es difícil de explicar. Lentamente te empiezas a dar cuenta el poco tiempo que pasas usándola. Como en todos los trabajos, lo que ahora te cuesta una hora de tu tiempo, la experiencia te acaba dando unas habilidades que hacen que la misma tarea te suponga la mitad de tiempo.
Darse cuenta de esto es muy difícil, ya que estamos imbuidos en el día a día y no apreciamos el presente, si no que estamos pensando más en lo que viene a continuación y en lo que nos queda del día, de la semana o incluso del mes. Esto es la definición literal de «pre-ocupación».
Y te voy a hacer spoiler. Llega un día que por alguna razón acabas mirando hacia atrás. Te acaba de saltar un interruptor en la cabeza y por un momento se te ha cruzado un pensamiento por la cabeza. Te paras un momento e intentas pensar que ha sido eso. Y es en ese momento que te empiezas a ver a ti mismo todas las veces que has pasado la aspiradora por casa y lo rápido y eficiente que has sido. Te das cuenta que nunca lo habías apreciado, el ahorro de tiempo que te supone cada vez que has limpiado con la Dyson frente a tu aspiradora anterior.
Y se hizo la magia.
De un plumazo, te acabas de cargar el sentimiento de arrepentimiento para ya definitivamente instalar el sentimiento de satisfacción. Inevitablemente se dibuja una mueca en tu cara, una sonrisa tonta que te hace olvidar el dinero que te costó la Dyson para saber que tu aspiradora está lista siempre para ser usada.
Fin del pensamiento largoplacista.
NIVEL AVANZADO SOLO PARA PROS
Después de dos años con mi Dyson en casa, y como he dicho al principio del artículo, mi objeto rey de la casa, tanta ha sido y sigue siendo mi satisfacción con Dyson, que hasta monté una web para ayudar a otras personas a que se compraran una. Esta se llama universodyson.com
Aquí podrás encontrar reviews, comparativas, consejos de limpieza, trucos para ser más eficiente, un cuestionario para saber cual elegir en base a tus necesidades.
Date una vuelta y lee todo lo que ella tiene. Y quien sabe, es posible que te acabes comprando una, siempre y cuando seas capaz de superar el pensamiento cortoplacista.
Un abrazo aspirado.